Al igual que en otras ciudades del país, los planes de gobierno de los candidatos a la alcaldía de Medellín se leen ambiguos y no muy concretos a la hora de mencionar las acciones a ejecutar y el origen de los recursos a utilizar al momento de poner en marcha cada uno de los planes propuestos.

Así lo plantearon los analistas de el Observatorio Electoral Urbano, programa del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional de Colombia, que se emite todos los miércoles por UN Radio. En la mesa de trabajo participaron los profesores Carlos Alberto Patiño Villa, Director del Instituto y Fabio Zambrano, profesor titular de la misma institución académica.

El profesor Zambrano indicó que, al igual que en Bogotá, “hay un tema que no se toca y es el relacionado con qué presupuesto se van a asumir los grandes desafíos urbanos”. En este sentido, el profesor Patiño explicó que “al sacar del debate público este tema, lo prometido en la campaña queda como en una especie de compromiso privado del alcalde que puede cumplirse o no”.

Pero más allá de lo planteado por los candidatos, que se repite prácticamente en todos y que obviamente responde a necesidades de la ciudad, hay otros aspectos que no se mencionan en los planes de Gobierno.

Uno de ellos es el que tiene que ver con la influencia de Medellín en los municipios del departamento y de estos en la capital de Antioquia. El profesor Patiño, al tocar este punto, indicó que es innegable la influencia en doble vía que existe y reiteró que es algo de lo que no se habla concretamente en las propuestas de gobierno sino de manera muy general, por parte de uno de ellos. El profesor Zambrano, a su vez, comentó que ese es otro tema que no se trata, “el gobierno de la ciudad, del Valle de Aburrá y del Valle de San Nicolás”. A pesar de que el Área Metroplitana del Valle de Aburrá está definida y reglamentada, todavía hay que definir la interacción de la ciudad con los municipios en temas como transporte y condiciones de movilidad, así como en aspectos de seguridad y convivencia.

¿Y del posconflicto qué?

Así mismo, los analistas se refirieron a la no mención en los programas de gobiernos a la alcaldía de Medellín y, en general, en todos los programas de los candidatos a las alcaldías de las grandes ciudades del país, del tema del posconflicto, teniendo en cuenta que los gobiernos locales que se eligen el 25 de octubre, serán los primeros en el período siguiente a lo que se prevé que será la firma de los acuerdos de paz con las Farc y posteriormente con el ELN.

En general, los profesores Zambrano y Patiño estuvieron de acuerdo en afirmar que los temas relacionados con la seguridad, que se mencionan en todos los planes de gobierno, contemplan medidas muy similares como el aumento de pie de fuerza, fortalecimiento de las instituciones del sector, aumento en el uso de cámaras y drones para vigilancia, pero no van más allá, ni definen de manera concreta una política particular que de soluciones los problemas de seguridad.

El profesor Patiño indicó que hay temas como la extorsión que sigue sucediendo y que no es solo el pagar una suma de dinero ante una amenaza, va más allá, porque “la extorsión en las ciudades implica la desaparición del vínculo político entre el ciudadano y el Estado”.

El profesor Zambrano dijo también que hay un conflicto que no se resume solamente en la violencia que ha padecido el país desde hace décadas, sino en el conflicto social que vive una ciudad como Medellín, donde hay fenómenos violentos que nacen de una pérdida de valores y de los mitos tradicionales que constituyeron la base del crecimiento social y nacional de los antioqueños.

En este punto, Patiño afirmó que mitos como el del paisa trabajador, que forjó toda una característica del hombre y la mujer antioqueña en Colombia, ha desaparecido, ya que se optó por hacer plata de cualquier forma, sin importar como.

La familia, y la familia numerosa, es otro valor que desapareció de la sociedad antioqueña, como lo acota el profesor Zambrano, quien asegura que demográficamente, según los estudios, la población de Medellín, en la próximas décadas no crecerá, lo que supone una reducción demográfica que seguramente impactará el desarrollo social y económico de la ciudad.

Un panorama económico complicado

Así mismo, el panorama mundial, regional y local en materia económica no es el mejor en este momento. “Aunque las cifras del país parezcan buenas comparadas con otras naciones, la economía actual está de capa caída”, dijo Zambrano.

En ese contexto, los analistas de nuevo se preguntaron cómo van a financiarse los planes que se proponen en los planes de Gobierno propuestos por los candidatos a la alcaldía. El profesor Zambrano argumenta que Medellín es una ciudad que ejecuta y tiene proyectos a futuro. En su opinión, “es una ciudad con una cohesión social, capacidad de innovación y una legitimidad de Estado local muy fuertes”.

Según el analista, es una urbe con poca capacidad de autocrítica, “a diferencia de Bogotá o Cali, donde la autocrítica es extrema, y eso se refleja en la favorabilidad de sus gobernantes”. Patiño agregó que “los mitos antioqueños del hombre y la mujer paisa y de la ciudad, no permiten diálogos más sinceros”, por lo que “hay hay una lectura equivocada de las ciudades y por tanto, resultados equivocados”.

Y por eso recalcaron que auneuq no se habla de él, uno d elos temas más importantes que debe resolver el próximo alcalde es el control de territorio en el centro de la ciudad. El profesor Patiño asegura que se propone el desarrollo de obras de infraestructura que permitan la renovación urbana d ela ciudad, pero explica que “hay grupos ilegales que se oponen a la renovación urbana y el suelo entonces se convierte en un tema fundamental del gobierno de  la ciudad”.

Son entonces grandes los retos de una ciudad como Medellín que en el contexto internacional cuenta con gran importancia como innovadora, pujante y exitosa. Sin embargo, ese contexto económico negativo mundial, del que hablábamos, influirá fuertemente en el próximo gobierno. Aún así, como lo señaló el profesor Patiño, el nuevo alcalde deberá aprovechar esa importancia global para “hacer alianzas publico-privadas, que permitan obtener recursos de fuentes diferentes a la tributaria, para poner en marcha las soluciones necesarias para la ciudad”.