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“Hay que pensar una política de empleo que no solo considere el sector de servicios y comercio”

Publicado el Sábado, 02 Julio 2022, en Divulgación académica, Destacados

Bajar la tasa de desempleo es parte de las políticas de reactivación económica en Colombia tras la pandemia de Covid 19. El IEU-UNAL dialogó con Roberto Sánchez*, profesor universitario sobre las cifras presentadas por el DANE y el comportamiento laboral en las urbes.

Foto: Harold Morales Jaramillo

De acuerdo con el reporte del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), para el mes de abril de 2022 la tasa de desempleo se ubicó en el 11,2%, debido a que para el cuarto mes del año, 2,2 millones de personas ingresaron a la fuerza laboral del país, para llegar a un total de 21,9 millones de colombianos empleados.  Esto significa una disminución frente a abril de 2021 cuando fue de 15,5%. ¿A qué se debe esta disminución?

Si uno analiza abril de 2022 comparado con 2021, 2020 y 2019, lo que se observa en el informe de este año es básicamente una recomposición del aparato productivo, que se evidencia en las cifras del mercado laboral y que se tenía antes de la pandemia. Si comparamos abril de 2019, el último abril antes de la pandemia, también se tenían 22 millones de ocupados, 2.5 millones de desocupados y una tasa del 10.2% de desempleo. 

Estas cifras son bastantes parecidas a las que el DANE presentó para abril de este año. Más allá de la situación particular, lo que explican esos cambios en el mercado laboral, que aparentemente son drásticos, es una normalización de la vida económica, productiva y laboral.  

De las 13 ciudades capitales, las que reportaron la más baja tasa de desempleo son Bucaramanga con 9,2%, Villavicencio con el 10,6%, Armenia 10,6%, Cartagena 10,9% y Medellín 11,1%. ¿Qué razones se pueden encontrar al mejor desempeño de estas ciudades?

Las diferencias en la tasa de desempleo por ciudades y regiones en el país se explica por factores multidisciplinares, heterogeneidades geográficas, entre otros. Se pueden destacar tres aspectos: condicionamientos sociales; composición sectorial y análisis de las tasas de desempleo. 

En los condicionamientos sociales se evalúa el contexto de la ciudad y su ubicación. En la composición sectorial se revisan las dinámicas productivas de las urbes. En el análisis de las tasas de desempleo se debe mirar las causas, pues una baja tasa de desempleo no necesariamente implica un buen comportamiento del mercado laboral sino que puede estar vinculado a un alto nivel de informalidad.

Muchos hogares pobres y vulnerables cuando no tienen empleo deben ir a la informalidad o al rebusque, porque no tienen la posibilidad de elegir si trabajan o no. Ellos tienen la necesidad de generar ingresos porque si no trabajan no comen y eso hace que entren al mercado laboral de manera informal y precaria. Entrar de esa manera hace que se baje la tasa de interés. Se deben revisar indicadores del mercado laboral además del desempleo para contrastarlos con los contextos regionales. 

Los que presentaron las mayores mejoras en materia de empleo fueron las actividades artísticas, entretenimiento, recreación y otras actividades de servicios, en las que se ocuparon 359.000 personas más en abril de 2022 frente a 2021. El sector es responsable de 1,79 millones de empleos en el país. ¿En nuestras urbes son estas las actividades que seguirán jalonando la recuperación del empleo? ¿Por qué?

El sector terciario tanto el comercio como el de servicios son importantes generadores de empleo de la economía contemporánea en casi todos los países del mundo. Incluso son más importantes que la manufactura, aunque hay que tener cautela porque los servicios tienen limitantes mientras la manufactura es un sector fundamental.

La manufactura es un proveedor de bienes al comercio y los servicios, también es demandante del sector agrícola o primario. Entonces la manufactura es un sector fundamental porque produce bienes intermedios, de consumo que terminan siendo utilizados en el sector servicios. Pero reactivan el sector primario a través de la demanda de sus insumos.

Hay que pensar una política de empleo que no solo considere el sector de servicios y comercio, sino también los encadenamientos que pueden tener los sectores de manufactura y agrícola. En el caso urbano es fundamental una mejor articulación del sector servicios, ese 1.8 millones de trabajadores que se plantea en actividades artísticas, entretenimiento, recreación y otras actividades de servicio es un grupo bastante sui generis que habría que desglosar.

En ese grupo también hay trabajadores informales, con empleos de tiempo parcial, con grandes vulnerabilidades e inestabilidades en sus flujos de ingreso. No necesariamente realizan actividades innovadoras o de nuevo conocimiento. También hay actividades marginales y con bajos salarios.

Por lo tanto, más que pensar si este sector de servicios va a jalonar o no la recuperación económica hay que plantear la interseccionalidad de la generación de empleo. Hay otro sector que también es fundamental y sobre todo en épocas de recuperación y es la construcción. Este es un sector estratégico que podría apalancar la recuperación económica después del Covid. Inversiones bien canalizadas y gestionadas podrían generar empleo para población de bajos ingresos, eso en el mediano y corto plazo. 

En el largo plazo, el sector de la industria tecnológica, microelectrónica y la búsqueda de generar ramas más involucradas en el sector productivo, como las alianzas entre universidades, institutos de investigación y centros de innovación social con empresas privadas y entes del Estado sería algo fundamental para reactivar la economía y pensar alternativas de generación de empleo distintas.

Respecto a la informalidad en estas ciudades la más alta se ubica en Sincelejo (66,2 por ciento) y en Cúcuta (65,8 por ciento) y la más baja en Bogotá (33,1 por ciento) y en Manizales (39,8 por ciento). ¿A qué se debe estas diferencias? 

Cúcuta e Ibagué son las ciudades con las más altas tasas de desempleo con el 16% y 17%. En el caso de la capital de Norte de Santander el tema de la frontera y la presión sobre el mercado laboral hace que las tasas de desempleo sean muy altas. En el caso de la capital tolimense se debe analizar en detalle porque es una ciudad donde recientemente se registran las tasas más altas de desempleo del país.

Por otra parte, hay ciudades con un sector industrial y manufacturero más fuerte como es el caso de Armenia, Medellín y Manizales, que se ilustra en un mercado laboral menos informal y una tasa de desempleo más baja.  

En cambio, en regiones como la Costa Caribe hay una menor participación laboral femenina, que es un problema porque se desearían mayores índices de equidad. Esa desigualdad que hay en la participación laboral por género, se refleja también en parte en bajas tasas de desempleo porque al haber menos personas dispuestas a trabajar hacen menos presión en el mercado laboral. 

*Profesor e investigador, de las Universidades Nacional de Colombia, de La Salle, Economista, Magister en Economía y Magíster en Ciencias Sociales.

 

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    Realizada por: Claudia Sánchez Rivera y Milton Medina Ángel

    Las opiniones contenidas en este artículo no expresan la posición institucional del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional de Colombia.

    • Etiquetas: Comercio, Empleo, Política, Servicios
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